Diferenciate como asesora de imagen.

Te ayudo a detectar tus chances para crecer.

Me habrás escuchado y leído muchísimas veces decir que para afianzarte como asesora de imagen es imprescindible diferenciarse, alejarse de los formatos random, esquivar las propuestas que parecen en serie o tomadas de un manual de supuestas fórmulas infalibles. 

Hoy me gustaría acercarte mis razones sobre por qué machaco tanto con este punto; y también brindarte preguntas disparadoras para que comiences a desmarcarte de tu competencia.

Dejar de estar en la media

Como primer punto, quiero contarte que en mis más de 20 años como formadora y mentora de asesoras de imagen comprobé que el circuito de clientes y clientas llega y se consolida cuando ofrecemos algo más, un enfoque que sorprenda o que agregue un plus a los innumerables servicios de cambios de look, colorimetría u organización de guardarropas que rankean en Google o buscan sus likes en Instagram.

Puedo asegurarte que quienes se interesen por nuestras propuestas conectan con ese diferencial único que brindamos y que les genera una identificación positiva y que está más allá de las teorías y reglas que conozcamos (y que, por otra parte, son un pilar fundamental en nuestra carrera).

El siguiente gran engaño

son las estrategias que se nos presentan como listas para adoptar y que parecieran traer consigo buenos resultados. 

La cruda realidad es que poner en marcha una idea ya implementada no es un atajo hacia nuestros sueños. Nada más errado. Estas propuestas nos dejan estancadas y a kilómetros de nuestras metas.

Además,  tratar de encajar es pesadísimo y muy poco viable de sostener a largo plazo. 

Otro punto es que en un servicio tan personal como el asesoramiento de imagen, la autenticidad, la frescura y el sello personal son invaluables activos a nuestro favor.

Ir hacia el modo B.R.I.L.L.O

Ahora, y casi en simultáneo, me sale empujarlas con mi amor carnero hacia esos puntos potenciadores y que tantas veces pasamos por alto.

El reto acá es olvidarse por un momento de los logros, títulos o capacidades que nos mostraron como superlativos y únicamente valederos.

En contrapartida, poner el foco en habilidades más afines y experiencias que pocas veces dejamos pasar de largo. ¡Ahí estará el germen de nuestro sello como asesoras de imagen! 

Para comenzar este recorrido, te adelanto algunas preguntas disparadoras.

• ¿Cuáles fueron tus trabajos u ocupaciones anteriores? Si los elegiste, ¿qué fue lo que te llamó la atención? ¿Cuál fue tu aprendizaje más genuino de esos años? ¿Cómo podrías plasmarlo en el asesoramiento de imagen?

• ¿Qué suelen halagarte tus amigas o personas cercanas sobre tu estilo para vestirte? ¿Tu originalidad? ¿Llevar siempre algo de las últimas tendencias? ¿Las combinaciones de colores? ¿La simpleza?  

• ¿Cómo es tu guardarropas? ¿Súper funcional? ¿Abarrotado de accesorios? ¿Con prendas que son verdaderos hallazgos?

Tomate tu tiempo para responder y anotá todas tus ideas en un cuaderno especial para tu negocio de asesoramiento de imagen. Si todavía no tenés uno, ¡empezá por darte una vuelta por la librería! Estos apuntes te servirán para incorporar tu marca personal en tu negocio.

¿Querés seguir indagando en tu B.R.I.L.L.O®? 

Conocé el método fácil y práctico que creé especialmente para asesoras de imagen. Consiste en un sistema de automentoría online que podrás seguir a tu ritmo, con videos, ejercicios prácticos y conclusiones que te quedarán de por vida.

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Si estos consejos o consignas te movilizaron o dieron el puntapié para relanzar tu estrategia, ¡contame! Me encantará darte mi opinión.

Con amor, Flor