3 errores que frenan tu crecimiento como asesora de imagen
(y cómo librarte de ellos).
¡Cómo no anhelar nuestro crecimiento en el asesoramiento de imagen! Si elegimos esta profesión para desplegar el don innato por lo estético y convertirlo en una fuente de ingresos.
El propósito es clarísimo y POSIBLE. ¡Te lo aseguro! La trampa, sin embargo, está en la estrategia. Me refiero al plan para tener más clientes y clientas fieles y que nuestras ganancias suban.
“Porque ir sin rumbo o copiar una fórmula que nada tiene que ver con vos te llevará a perder oportunidades y plata. ”
Los síntomas clarísimos de estos pasos en falso y manotazos son los posteos en Instagram o TikToks que solo generan los likes de las amigas de siempre, la inversión en ADS -son las publicaciones pagas- que no repercuten en ventas o que la convocatoria únicamente se cumpla en las webinars gratis.
¿Algo te suena?
Te propongo que dejes tus intentos en remojo, te tomes un rato para VOS y analices qué te está frenando. Volverás a escena fortalecida.
Para que comencemos juntas tu indagación, comparto con vos tres errores muy frecuentes entre las asesoras de imagen y por qué conviene evitarlos. Al final encontrarás algunas consignas para reflexionar.
1. Hacer lo mismo que la competencia:
¡Uffff! ¡El mal de los tiempos de redes sociales! El impulso tentador es replicar un estilo o formato que se ve muy exitoso y fácil.
Mis advertencias de cabecera: las propuestas en serie quedan en el montón y ninguna copia está destinada a deslumbrar. Los dos puntos son aniquiladores. Sobre todo, en una actividad como el asesoramiento de imagen que demanda creatividad y autenticidad. Por eso, la singularidad es siempre la mejor opción.
Además, cómo sostener en el tiempo una propuesta que no parte de lo genuino.
2. Pasar por alto TUS oportunidades:
En mis clases y mentorías, me encanta transmitir el concepto de “la fruta más baja”. Así llamo a los recursos que nos resultan más accesibles, que están a nuestro alcance. Un ejemplo son las personas que conforman nuestros círculos más cercanos. Las amigas son nuestras primeras clientas potenciales. Ojo, pero no son las únicas. Los contactos de trabajos anteriores -esto incluye a compañeros y jefes-, los integrantes de ciertas actividades sociales o artísticas o de grupos conformados en un momento puntual -como la maternidad- pueden ser destinatarios de nuestros servicios.
El consejo acá es olvidarse de los mensajes spam y diseñar soluciones a medida de ese segmento puntual.
3. No innovar:
¡Estamos en tiempos de cambios tan profundos! La moda y la imagen, como fieles reflejos de lo social, no podían estar ajenas a esta transformación.
Por lo tanto, por qué sorprenderse si un servicio que hace algunas temporadas era furor ya no genere adhesión. ¡A no aferrarse a ideas gastadas! No teman innovar e impactar.
Tu turno
Ahora te toca a vos. Te invito a reflexionar un poco más sobre estos ítems y que implementes tus antídotos personales. Te recomiendo que leas las preguntas con atención y escribas las respuestas o ideas que te surjan en un cuaderno especial para tu emprendimiento.
¿Lista?
Anotá tres fortalezas tuyas que podrás aplicar como asesora de imagen. Sé lo más específica posible en tu descripción. La respuesta te servirá para definir un negocio auténtico y con capacidad para sobresalir.
¿A quién le venderías tu menú de servicios de asesoramiento de imagen? Armá una lista de destinatarias y destinatarios reales y unilos a un servicio concreto.
Para renovar tus propuestas pensá en cambios de costumbres y hábitos que incorporaste o notás en tu entorno. ¿Podrías reflejarlos en un nuevo servicio? ¿Por qué tus clientas y clientes lo eligirían? No dejes pasar ninguna ocurrencia. Ya llegará el momento de seleccionar las que sean aplicables.
Además, si querés seguir indagando en los talentos y dones que te llevarán a diferenciarte como asesora de imagen te espero en la Charla Gratuita para Reencontrarte como asesora de imagen, que daré el día Martes 28 de Junio a las 19 horas Argentina.