La entrevista inicial para un asesoramiento de imagen: detectá lo que tu cliente no dice.
Durante la entrevista inicial de asesoramiento de imagen, nuestra tarea será mantener los sentidos en alerta para no pasar por alto los datos imprescindibles que nos dé nuestra clienta o cliente. Pero también ir un poco más allá y agudizar la percepción para interpretar aquello que “no nos dice”.
Con este último punto, me refiero a deseos en cuanto a su imagen que tal vez la persona no tenga claros. A las emociones frente al espejo que no se anime a poner en palabras. O los anhelos que sienta demasiado lejanos.
Por mi parte, tengo cada vez más presente que cómo nos mostramos es un reflejo de cómo nos sentimos y que desde nuestro lugar profesional tenemos la inmensa misión de impulsar la autoaceptación y la confianza personal.
¿A qué quiero llegar con esto? A que, al descifrar la motivación más íntima de quien nos eligió, nuestra intervención será mucho más fructífera y generaremos un vínculo estrecho y duradero.
Del cuestionario a la intuición
En este camino, el punto de partida serán las respuestas del cuestionario modelo que tengamos preparado.
Este paso nos permitirá saber sus datos personales fundamentales, tener a mano ciertos indicios de su estilo y del momento de la vida en el cual se encuentra.
A partir de ahí, la siguiente ocupación será decodificar esta información más dura y fría y traducirla en intereses, expectativas, aspiraciones, trabas internas, frustraciones, necesidades o disponibilidad de tiempo (no perdemos de vista que nuestro objetivo es brindar una solución específica).
Los casos más típicos y frecuentes:
Una mamá reciente que retoma su trabajo necesitará tener armados looks prácticos y cómodos. La sesión, al mismo tiempo, será su oportunidad para reconocerse en su nueva etapa.
Alguien que acude a nosotras luego de un ascenso o cambio laboral querrá una imagen con impacto.
Quien deja un trabajo corporativo para comenzar un proyecto propio deseará desacartonarse, sin dejar de lado los códigos de vestimenta esperados.
En una nueva soltería, el afán podrá ser reinventarse y reencontrarse.
O, ante ciertos cambios corporales, nuestros clientes buscarán en nosotras una mirada amorosa para reafirmarse.
El siguiente punto en nuestra hoja de ruta será unir sus gestos y fisonomía con las necesidades de imagen.
¿A qué me refiero?
Una persona más encorvada necesitará equipos que impulsen su autoconfianza.
Alguien con tendencia a gesticular exageradamente y muy locuaz se identificará con diseños disruptivos y poco convencionales.
Una paleta de colores vibrantes será un buen contrapeso para un hombre o mujer aplacados y que necesiten equilibrar esa energía.
El lenguaje corporal es revelador ¡No lo desaprovechemos!
La entrevista inicial también será una instancia propicia para determinar el estilo real de nuestra clienta o cliente.
Un punto para tener en cuenta es que tal vez para el encuentro la persona se esmere mucho más en su producción personal. La soltura al moverse nos dirá si se siente confortable y habituada a esas prendas.
Otra recomendación es hacer un recorrido por las fotos de su Instagram o web (si tiene), para chequear su apariencia en diferentes ocasiones.
Con estos datos organizados y depurados, ¡estás lista para una sesión exitosa!
Tips para no olvidar :
Nuestras clientas y clientes buscan una solución. Muchas veces está en nosotras descubrirla.
Los gestos, la postura o la forma de hablar dicen mucho de una persona.
La mirada amorosa y empática garantiza la mejor conexión.
¿Y vos? ¿Tenés tu propio método para sacarle el jugo a la entrevista inicial? ¿Disfrutás de este momento o te genera mucha ansiedad? Contame tu duda. ¡Me encanta leerte!
Te espero.
Con amor, Flor