Tu negocio de asesoramiento de imagen: dudas y preguntas frecuentes sobre el precio de tus servicios

Evaluar y finalmente definir los precios de tus servicios de asesoramiento de imagen son tareas cruciales, que implican  dedicación y poner en juego el amor y la pasión por lo que hacés.

Dejame anticiparte que la cifra acertadísima no suele surgir en un chasquido de dedos y a veces hay que repensar las estrategias.

Además, es una tarea que requiere de un aprendizaje como emprendedora. Más aún, cuando la incursión como asesora de imagen llega después de darle vueltas y vueltas a un trabajo fijo o a una carrera tradicional que ya no genera mucho o ni siquiera un mínimo entusiasmo. (¿Te suena algo esto? Entonces, estamos en sintonía. En este link va un poco de mi historia. )


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...¡Volviendo a los números!...

 

En la nota de mi blog ¿Cuánto cobrar cómo asesora de imagen?, hablé de tres claves que me resultaron imprescindibles para definir mis honorarios y armar un emprendimiento rentable, que me hace sentir más que orgullosa y gratificada. Porque puedo asegurarte que la satisfacción no solo está en estudiar y más tarde aplicar lo que a una le gusta, sino en poder dedicarnos full-time a esta pasión y convertirla en una actividad redituable.

En ese camino, un paso estará en saber cuánto cobrar el asesoramiento de imagen, y para ello, quiero centrarme en las preguntas y dudas más frecuentes que surgen en las mentorías del programa Magia en Acción y en el Mastermind de Negocios.

¿Sólo se trata de sumar la cantidad de horas que llevará nuestro trabajo?

El concepto de horas reales es fundamental. A esto me refiero con el registro tanto del tiempo de preparación del encuentro, del análisis de las propuestas, del armado de la devolución como de los traslados.

También son decisivos los llamados gastos ocultos que van desde el mantenimiento de la página web hasta los outfits a la altura de las circunstancias.

Pero no tenemos que perder de vista la esencia de lo que brindamos. No es lo mismo proponer una tibia charla y cafecito de dos horas que herramientas de autoconocimiento para que nuestra clienta nunca más vuelva a sentirse agobiada cada vez que abra las puertas de su placard y que redescubra el poder activador de la autoestima de los ratos de autocuidado; o que un cliente o una clienta tenga resueltos de antemano equipos para sus distintas circunstancias de trabajo (y que todos estén alineados con el mensaje que busca transmitir).

¿Conviene publicar los precios en la Web?

¡Sin dudas! ¿O acaso vos misma algua vez no frenaste tus ganas de consultar sobre determinado curso o producto pensando que el arancel sería estrafalario -y quién sabe si no estaba a tu alcance- o al preguntar te quedó en la cabeza que el valor fue dado al azar y sin fundamento?

Los consumidores digitales somos cada vez más exigentes y, como emprendedoras, no hay motivos para quedarse atrás.

Ahora bien, mi sugerencia es que des a conocer tus honorarios una vez que puedas plasmar qué abarca ese ofrecimiento y las soluciones que brindarás. El objetivo es que se note el por qué de ese arancel.

¿Mejor enfocarnos en un único servicio que nos resulte más redituable?

 

Para un asesoramiento de imagen exitoso, sí o sí hará falta que desde nuestro rol propiciemos un vínculo de confianza. Para ello, nuestra clienta o cliente, deberá ir conociéndonos y descubriéndonos de a poco. Cuando esto no requiere de un gasto inicial muy decisivo, la recepción puede ser mejor.

Un menú variado de alternativas -que incluyan sesiones de estilo individuales, un análisis express, armados de looks completos, para eventos o la organización del guardarropas- será básico.

Las charlas grupales o ebooks para descargar -gratis o pagos- son otras buenas modalidades para darse a conocer.

 

¿Los servicios online deben ser más accesibles?

Esta duda está ajustada a estos tiempos de reconversión. La premisa de base es que el formato presencial y online son diferentes. Aunque esto no lleva a pensar que la modalidad virtual llevará un precio más bajo.

La cifra surgirá en todo caso del valor de nuestra propuesta, la solución para la persona y nuestro plus personal. Un ejemplo: para un ejecutivo con poco tiempo le resultará siempre más conveniente y resolutivo una sesión online, más allá de lo monetario.

¿Pensar en honorarios altos o ir ajustando de a poco?

El valor de mercado será la brújula. A partir de ahí, varios ítems -como la trayectoria o los detalles de tu servicio- tendrán su peso. Y por último, siempre sugiero testearlo con “las visceras” pero para ampliar esto ya tendremos otro encuentro…


¿Te sirvieron estos tips?

¿Qué es lo más te cuesta a la hora de darle valor a tus servicios?

Si estás estás en esta instancia, en mis programas de mentorías Magia en acción o Pócima mágica podremos trabajar vos y yo sobre tus necesidades específicas.  Conocé acá mis propuestas.

 

 

Con amor, Flor 

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