Stop: el paso indispensable para planificar tu negocio de asesoramiento de imagen
Con febrero en marcha, muchas empezamos a programar los objetivos 2021 como asesoras de imagen. Ya sé: la situación imaginada es estar sentadas plácidamente, completando una planilla muy prolijita con ideas que fluyen y fluyen.
Pero la realidad siempre es más atropellada y puede ser que estés tratando de equilibrar un montón de propuestas dispersas o a medio desarrollar, planes sin una bajada a tierra o tengas la agobiante sensación de la hoja en blanco.
Sí, sí.. potenciar tu negocio o convertir esta pasión por la imagen en un trabajo full time son grandes propósitos. Pero, para alcanzarlos, sabés que necesitás sumar servicios tentadores, estar a tono con las nuevas filosofías de la moda y el marketing personal, ampliar la agenda de clientes o repensar los honorarios.
Ninguna de estas cuestiones es menor y cada una merece su energía.
Si estás en medio de esta tarea o sentís que deberías activarla ahora mismo, va mi primera recomendación del año. Mi consejo es: ¡Stop!
Yo misma me sorprendo. Si me enorgullezco por desatornillar del sillón a quien me lo permita, por qué ahora voy por lo opuesto, ¿no?.
El motivo viene por mi experiencia en estas vacaciones. Después de un año agotador -para quién no- por fin pude viajar en enero a Pigüé, mi lugar, y reencontrarme con el ambiente calmo que amo.
Aunque, contra cualquier pronóstico, mi cabeza por unos días estuvo a mil y muy pendiente de mis planes siguientes.
En medio de esa contradicción interna, advertí que para seguir tenía que frenar.
El pensamiento que compartí en mi Instagram en esos días es que cuando el celular se tara o la computadora queda recalculando, apagamos y reiniciamos. Entonces, ¿por qué no acostumbramos nosotras a hacer lo mismo? ¿Por qué no lo tomamos como norma antes de planificar nuestras metas y acciones inmediatas?
Mi siguiente paso fue dejar de lado mi cuaderno de anotaciones. En cambio, poner en práctica herramientas internas que incorporé cuando empecé un camino de autoconocimiento muy enriquecedor.
Ahora puedo asegurar ¡cuán beneficiosa puede ser una pausa!
Lo mismo quiero proponerte a vos. Sobre todo, si tus vacaciones fueron a medias, quedaron allá lejos o están pendientes.
¿Me seguís?
Oxigenate
- Buscá un contacto cercano con la naturaleza. Puede ser al observar una planta, el árbol que está frente a tu ventana, el cielo. También, sentarte en un parque sobre el pasto con los pies descalzos.
- Inhalá profundo y exhalá lento, con la única intención de conectar con esa respiración. Repetí los pasos varias veces.
Depurá
No soy un ejemplo de la dieta sana, pero cada tanto tomo algún jugo verde, porque siento que me refresca y ayuda a eliminar toxinas que nos hacen funcionar a media máquina.
Encontré una receta muy rica.
Ingredientes: pepino, limón, jengibre, y perejil. Podés agregarle azúcar o edulcorante.
Bien licuado y con hielo, te transporta a una isla caribeña (viajemos un ratito).
Hidratate
El agua es sinónimo de vida, energía y fuerza.
Por eso, beber un vaso en ayunas es renovador.
Además, es importante percibir las sensaciones que genera y ¡eso no es solo posible en un mar turquesa!
Una ducha deliciosa, dejando que la lluvia nos acaricie la piel, puede predisponernos para un día productivo.
También, remojar los pies cansados, y, si es posible, nadar un rato o simplemente flotar.
La sensación de liviandad será inmediata y sentirnos ligeras es un valioso regalo.
Movete
Unos 30 minutos de ejercicio diario pueden suficientes para mejorar la calidad de vida, prevenir enfermedades y estar de buen humor.
Es válido caminar, subir escaleras, ¡bailar! La cuestión es encontrar aquella actividad que nos entusiasme y priorizarla en el día a día.
Al sentirnos mejor, nuestras decisiones serán más acertadas.
Date un gusto
Un cafecito, una copa de vino, un chocolate o una pequeña compra para vos son formas de auto amor que te llevan al win-win interno.
¿Te tenté? ¿Di en el clavo?
Contame si sentís que necesitás “parar” antes de “volver a arrancar”.
Las pausas son fructíferas. Nos llevan al origen de nuestros deseos y nos reencuentran con nosotras mismas.
Con amor, Flor