FIN DE AÑO ¿El tiempo se te va de las manos?
Las claves para exprimir al máximo las horas de trabajo
Pautas probadas y comprobadas que te llevarán a cumplir con tus metas diarias y no acumular tareas pendientes.
La escena puede ser más o menos así: el día laboral está por delante y las tareas que tenemos en mente ocupan una lista kilométrica. Entonces, con el orgullo de tener “la” fórmula de la máxima organización, nos zambullimos a pagar cuentas (como si el home banking cerrara a las 15), a contestar mails o llamados por ofrecimientos que no sé alinean ni con la mejor voluntad del mundo con nuestras necesidades, a ponernos al día con los grupos de Whatsapp (y acá toman protagonismo los polémicos chats de mamis) o hacemos un alto para una escapadita al súper, almorzar o enfocarnos en una exploración en Google para una compra que tenemos en mente desde hace meses (y que puede esperar otros tantos).
Conclusión: la mañana y parte de la tarde se esfumaron. Ya con las pilas con una sola rayita de carga, empezamos a armar la presentación que tanto nos importa y decidimos dejar para el día siguiente el armado de ese presupuesto o contactar a esa empresa que tenemos en la mira.
Salir del laberinto
Sumar esas horitas de trasnoche o durante el fin de semana puede ser una excepción y no la norma. Porque, claro, ¿quién le dijo adiós a la sobredemanda de la oficina para pasar a la híper sobredemanda emprendedora? Y nadie querrá afirmar con su propia experiencia que tener un proyecto propio implica una demanda casi imposible de llevar (que hay que ponerle mucha garra, es más que cierto; pero las ventajas pueden ser mayores).
¿Hay solución?
Les aseguro que sí y tiene que ver con la estrategia más que con el total de horas, minutos y segundos frente a la compu o craneando qué hacer. Estanislao Bachrach -biólogo, speaker especializado en creatividad y autor del mega best seller ÁgilMente (¡lo recomiendo! créanme que es revelador)- da en sus charlas y conferencias algunas claves que conviene implementar.
Descubrí tus picos de energía.
Bachrach explica que el cerebro se maneja por bloques de energía. Es decir, momentos en los cuales el cerebro está más activo, creativo, productivo y rápido de reflejos; y otros, en que necesita una pausa. Las costumbres, las actividades y obligaciones extra laborales y el biorritmo (se dice que las personas somos búhos o alondras) marcarán los ciclos de cada persona. Lo importante es reconocer y admitir la cadencia propia. Si tu alto es durante la mañana, procurá dedicar esas horas para lo sustancial y dejá el resto del día para lo más mecánico o repetitivo.
Armá tu organigrama
No hay nada como la libertad de horarios. Pero, aún como responsables únicas y absolutas de nuestro proyecto laboral, no estará de más armar un esquema de días y ocasiones para distintas actividades (como reunirse con proveedores, pactar reuniones o ponerse al día con llamados). La idea es tratar de seguirlo lo más que se pueda.
Enfocá la atención
Para Bachrach, el cerebro tiende todo el tiempo a la distracción, porque busca actividades que requieran menos gasto de energía. La salida para ganarle a esos lapsus será desconectarse por completo (del teléfono, mails y demás). ¡La diferencia en el rendimiento saltará a la vista!
¿Lista para cambiar tu rutina y poner este método en acción?
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